Bueno bueno…. a pocos días de la partida. Ya está, todo listo (o casi todo) para asomarme a oriente: pasajes, contactos, dinero, vacunas, visitas médicas, pasaporte, visas. Todo listo para emprender la vuelta a Asia.
Debo confesar que en este tramo final de la espera me dá una sensación de mariposas en la panza, de montaña rusa, de vértigo. Uno de los barrios, Bangkok, lo conozco. Me da muchas ganas de verlo de nuevo, visitar viejos lugares, reencontrarme con un lugar que supo ser tan familiar. Las callecitas de Khao San Road (o Thanon como se dice en thailandés a calle) los restaurantes escondidos con sus mesitas en la calle, el barullo, la gente, los vendedores ambulantes, los tuk tuk. Va a ser como ver a un viejo conocido. Después de 4 años retorno a Bangkok.
El otro barrio es una incógnita, una gran signo de interrogación. He visto fotos y leído crónicas. Hay un párrafo muy lindo que describe a esta ciudad: "Aquí, en los callejones serpenteantes y patios ocultos desperdigados entre templos y capillas, comerciantes y hombres sagrados conducen sus asuntos entre antiquísima belleza y mugre moderna". Pero esa porción de experiencia no deja de ser un mapa, no deja de ser una aproximación a la realidad. Cómo será? Cómo se sentirá el vivir, respirar los olores de Kathamandú, su humanidad, sus colores y sabores? Qué cosas me sorprenderán? Qué experiencias encontraré en esa ciudad misterio?
Me encuentro a una semana de mi partida y ya lo estoy palpitando con todos mis sentidos.
Solo quedan algunas cosas por arreglar….