Desde adentro

Hoy me desperte tempran, prepare mis bartulos y sali de Khao San. Fui por la parte de atras, la calle que bordea el rio y finalmente llgue a wat (templo) Mahadhatu.

Me recibio una monja que seria por el resto del retiro mi instructora. Los monjes tailandeses usan ropajes naranjas y las monjas, que van con la cabeza afeitada, usan ropas blancas.

Me cambie y baje y ahi comenzo me instruccion. Primero me enseniaron a caminar y a sentarme, es decir, a meditar caminando y estando sentado. Con movimientos muy pero muy lentos primero se levanta un pie, se apoya y luego el otro. Lo mismo con la posicion de loto, prestando mucha atencion a la respiracion. La idea es limpiar la mente de todo pensamiento y enfocarse solamente en esos movimientos del cuerpo.Sin voces internas ni recuerdons del pasado ni del futuro.

Despues de la primera meditacion me ordenaron como trainee, novicio, Repeti una serie de mantras con uno de los monjes y me hizo sacar todos los adornos (aritos, pulseras) oprque uno de los preceptos dice que no se usaranadornos en el cuerpo.

Una vez ordenado continue la meditacion. Todo se tiene que hacer con movimientos super super lentos, desde caminar, hasta comer. Los monjes almuerzan a las 11 y de 13 a 16 es la segunda ronda de meditacion. Luego hay un break de dos horas como para baniarnos o descansar y a las 18 comienza otro turno que dura hasta las 20 hs.

Al final del dia, alas 20hs, tuvimos una charla con uno de los monjes. Aluciante. Nos conto un poco de que se trata el budismo y el para que de la meditacion.Luego a dormir y a las 5 y media comienza nuevamente el dia con un turno de meditacion que va de 7 a 10 hs.

Es increible como cambia la percepcion del tiempo y como uno puede bajar los decibiles y concentrarse en el ahora, ser mindfull como dicen ellos.

Estuve repitiendo esas rutinas de meditacion por tres dias y realmente me ayudaron a bajar mucho los decibeles. Al irme me entragorn algunos cuadernillos para que pueda practicar en casa. Lleva tiempo, mucho tiempo de practica, pero vale la pena.

Pero la verdad lo que fue impresionante fue vivir, aunque sea nu poquito, la vida monastica, estar entre los monjes, escuchar sus ensenianzas, comer, vivir como ellos. Es algo que se ve como si fuera una vidriera y fue hermoso poder saborearlo desde adentro.